Virus

Se te coló dentro, 

por la punta de los dedos, o por la nariz,

enganchado a un olor que ni siquiera oliste,

que imaginaste.

O fue que tal vez vino,

a lomos de un caballito blanco,

y  te rozo un hombro, una mano, un pelo,

tal vez fue la espalda lo que te rozó.

Y te creció un agujero,

una galaxia,

que se hizo un hueco en tu garganta,

se sentó en tus palabras,

se coló en tus ojos.

Y se rió burlón,

dispuesto a confundirte,

invadirte, devorarte,

y cuando lo notaste,

ya estabas perdido, infectado, dolorido, enamorado.

Deja una respuesta

Introduce tus datos o haz clic en un icono para iniciar sesión:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s