Los ciborgs de compañía corren por el puerto y los viejos empujan carros de cebollas para venderlas en el mercado negro. Más allá, el transbordador se desliza como un viejo cachalote bajo el puente de los suicidas, pero los peces han dejado de tener ojos y la última mona sobre la tierra roba cacahuetes de maní enriquecido por las noches. Mientras una pareja de amantes se embadurna de magenta para bailar de noche en la terraza y en las minas de la luna helada de Nix las niñas acarician a sus gatitos.
¿Qué ocurre cuando tenemos que escapar de un lugar sin puertas?